¡Caminemos en Luz! El impacto eterno y la importancia de este tema son tremendamente trascendentes. ¡La Palabra de Dios abunda en la enseñanza de la luz! En el principio Dios dijo, “Sea la luz” (Génesis 1:3). En la cultura de hoy en día, hay una agenda determinada a rechazar la luz y acallar a aquellos que traen el mensaje de la luz. Jesús enfatizo la urgencia de Su misión cuando Él estableció, “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar” (Juan 9:4). Como seguidores de Cristo, somos llamados “la luz del mundo” (Vea Mateo 5:14). La mejor manera de caminar en luz es tomando la Palabra de Dios como una lámpara que alumbre nuestros pies e ilumine nuestro camino.
Familias de todo el mundo anhelan comunión. La comunión y el compañerismo provechoso suceden solo cuando nos humillamos y caminamos en la luz. La Escritura declara, “pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Mientras caminamos en luz al mostrar comunión y amor genuino unos por otros a través de Jesucristo, el mundo a nuestro alrededor podrá ver y reconocer en nosotros verdaderos discípulos de Cristo. Es al caminar en la luz que nos convertimos en faros que alumbran en un mundo perdido, oscuro y moribundo. Juntos ¡Caminemos la Luz!
“Venid y caminaremos a la luz de Jehová.” – Isaías 2:5